martes, 13 de diciembre de 2011

Encarnado

Ocurrió repentinamente. Un día me levanté con la capacidad de recordar con detalle mis vidas pasadas. Y pensar que nunca creí posible todo ese tema de la reencarnación.
Sin embargo ahora sabía que en existencias anteriores había sido, entre otras cosas, un margrave húngaro durante la Segunda Guerra y un palafrenero que murió de peste en un granero. Anteriormente –y para mi sorpresa- administré un puterío en Saigón. Antes de eso, fui un escritor egipcio que fracasó en todos sus intentos literarios y, sintiéndose miserable e incomprendido, se ahogó en una riada hija del imponente Nilo.
Estuve algunos días debatiéndome entre la sorpresa que me genera esta capacidad de recordar y el análisis de mis vidas pasadas. Tanto camino en la historia para llegar a esto, a lo que soy hoy.
Entonces me di cuenta de que no sé qué carajo soy actualmente, debe haber aumentado mi egocentrismo ya que no me apetece definir mi vida actual en tres palabras tal como como acabo de hacerlo con las anteriores.
Me deprimí. En este momento soy un pobre tipo, lleno de dudas, con un espejo retrovisor magnífico y enajenante.

4 comentarios:

  1. ...y, no. Si las definiciones de 3 palabras son: qué-carajo-soy, un-pobre-tipo, lleno-de-dudas, se entiende que no te guste. ¿Qué tal con 4? ya-veremos-quién-soy, vida-aun-en-construcción, al-carajo-el-retrovisor, me-tomo-una-birra... y así.
    Saludos!

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  2. Bueno......che....lo del "puterío en Saigón" podrán ser tres palabras....pero no está nada mal.
    Sinceramente le confieso que tuve que buscar "magrave" y "palafrenero" .....
    Me gustó!
    Abrazo!

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  3. Un relato muy inspirado Andrés.
    Es una duda que suele asaltarnos.
    En fin, excelente fortuna para el próximo año.
    Salute!

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  4. Imagináte cuando, en el futuro, "alguien" (vos) haga lo mismo que vos hiciste y se dé cuenta de que fue el vos que sos hoy, alguna vez.

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